Mediación de Perú,
declaraciones de guerra y de casus foederis
La medida de fuerza del gobierno chileno inició gestiones
diplomáticas en las tres cancillerías. Sin embargo, la mutua desconfianza
aumentaba con los preparativos bélicos en los tres países, y las demostraciones
"patrióticas" en las calles impedían un acercamiento de las
posiciones. En los tres países había fuertes corrientes públicas que pregonaban
la guerra y hacían temer a los mandatarios que si no iban a la guerra serían
depuestos por los partidarios de la guerra. Más aún, Hilarión Daza, el dictador
boliviano, a pesar de ser el peor preparado para la guerra, decretó una serie
de medidas contra residentes chilenos en Bolivia y sus propiedades.El 16 de febrero,
llegó a Lima el ministro boliviano Serapio Reyes a fin de exigirle al gobierno
peruano que cumpliera con el tratado de alianza defensiva de 1873. El 27 de
febrero, Daza decretó el estado de sitio en Bolivia.El Perú, que había suscrito
el Tratado de Alianza Defensiva con Bolivia de carácter secreto en 1873 y al
que Argentina no se adhirió finalmente, trató de persuadir al gobierno de La
Paz para someterse a un arbitraje con la misión de José Luis Quiñones, y ordenó
preparar su armada y alistar su ejército mientras intentaba obtener de
Argentina por lo menos barcos de guerra como empréstito o en compra. Para
mediar en el conflicto, envió a su ministro plenipotenciario José Antonio de
Lavalle a Chile con una oferta de mediación bajo la condición de que Chile se
retirase de Antofagasta, pero sin garantía de que Bolivia levantaría el embargo
de la propiedad o suspendería el impuesto.El canciller chileno Alejandro Fierro
preguntó al plenipotenciario peruano sobre la existencia de un "Tratado
Secreto" firmado con Bolivia en 1873. Lavalle, que a más tardar lo conocía
desde el inicio de su viaje, soslayó la pregunta y le indicó que en la comisión
diplomática del congreso a la que él pertenecía no se había tocado ese tema.El
1 de marzo, el gobierno de Bolivia emitió un decreto en el que declaró en
estado de guerra, la interrupción del comercio y las comunicaciones con Chile,
la expulsión de los residentes chilenos, el embargo de sus bienes, propiedades
e inversiones, y reversión de toda transferencia de intereses chilenos hecha
con posterioridad al 8 de noviembre, cuando el gobierno chileno había advertido
de las consecuencias de la no suspensión del impuesto en cuestión. El 23 de
marzo, tuvo lugar la batalla de Calama, en la que las fuerzas chilenas
vencieron a un grupo de civiles bolivianos y ocuparon dicho poblado.El 17 de
marzo el ministro plenipotenciario de Chile en Lima Joaquín Godoy Cruz exigió
al gobierno peruano una declaración perentoria de neutralidad. Tres días más
tarde, el presidente peruano Mariano Ignacio Prado Ochoa reconoció ante el
representante chileno Godoy que el tratado secreto existía y que convocaría al
congreso peruano para el 24 de abril a razón de evaluar qué actitud tomar ante
Chile y Bolivia.49 50 Ambas medidas, la mediación y la convocación al congreso,
fueron entendidas en Chile como un ardid peruano para ganar tiempo. El 5 de
abril de 1879, sin esperar la resolución del congreso peruano, Chile declaró la
guerra a Bolivia y Perú. El 6 de abril Perú declaró el casus foederis conforme
al tratado de alianza con Bolivia
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