lunes, 15 de agosto de 2016

Grito de Montán


Entre tanto, Miguel Iglesias, ex-ministro de defensa de Piérola, antes de la caída de Lima, llegó al convencimiento de que la guerra debía ser terminada o que destruiría al Perú. Desde su punto de vista, era inconcebible que continuara la sangría cuando resultaba evidente que la derrota peruana era irreversible. Muchos observadores neutrales eran también de la misma opinión. En Europa y el resto de América se veía con escándalo que la guerra continuara indefinidamente.El 31 de agosto, Iglesias lanzó el Grito de Montán y proclamó su autoridad sobre siete departamentos peruanos: Piura, Cajamarca, Amazonas, Loreto, Lambayeque, La Libertad y Áncash. Lynch, aunque escéptico al comienzo, tras la experiencia con García Calderón, lo apoyó.

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