lunes, 15 de agosto de 2016

LA GUERRA DEL PACIFICO
NOMBRES: MARIA LUANA NAOMI
APELLIDOS: RIGUETTI EGÜEZ
CURSO : COMPUTACIÓN
PROFESOR: BRUNO ROMANOF

Escuela :enfermería





Contenido



bibliografias


https://es.wikipedia.org/wiki/Guerra_del_Pac%C3%ADfico#Situaci.C3.B3n_interna_en_los_pa.C3.ADses_beligerantes_hasta_la_ca.C3.ADda_de_Iquique

https://es.wikipedia.org/wiki/Guerra_del_Pac%C3%ADfico#Situaci.C3.B3n_interna_en_los_pa.C3.ADses_beligerantes_hasta_la_ca.C3.ADda_de_Iquique


                                                                                


EL TRATADO DE ANCON DE 1883

EL 20 DE OCTUBRE DE 1883 CHILE Y PERU SUSCRIBIERON UN TRATADO DE PAZ  Y AMISTAD,EL QUE FUE FIRMADO EN LIMA POR EL REPRESENTANTE DE CHILE ,JOVINO NOVOA Y LOS REPRESENTANTES DEL PERÚ ,JOSE ANTONIO  DE LAVALLE Y MARIANO CASTRO ZALDIVAR
COS ESTE TRATADO ,CONOCIDO COMO EL TRATADO DE ANCÓN COMO VA SE DIJO ANTES , SE RESTABLECIERON ENTRE AMBOS PAÍSES, SEGÚN EL ART. I, LAS RELACIONES DE PAZ Y AMISTAD INTERRUMPIDAS POR LA GUERRA DEL PACIFICO (1879-1883)



Pacto de tregua entre Boliviay Chile


Bolivia desde su retirada de la guerra había tomado una actitud expectativa, pero tras el acuerdo Perú-Chile de 1883 (Tratado de Ancón) y la movilización de tropas chilenas a su frontera, firmó en 1884 un pacto de tregua, por el cual, entre otros, aceptó la ocupación de Antofagasta por Chile y puso fin a las hostilidades, que solo podrían ser reanudadas con un aviso de un año de anticipación.


Expediciones en 1883


El 3 de mayo de 1883 fueron acordadas las bases de la paz entre Lavalle y Mariano Castro Zaldívar por Perú y Jovino Novoa Vidal por Chile. Miguel Iglesias firmó este convenio posteriormente en Cajamarca.Al inicio del tercer año de ocupación, y con la expectativa de firmar la paz, Lynch ordenó la eliminación de las montoneras de Cáceres, que aún se oponían. Para ello envió en un movimiento de tijeras tres columnas desde Lima por Lurín, Canta y la línea de Chicla que debían converger sobre esta última y acabar con Cáceres.Sin embargo, Cáceres logró escapar y enfiló hacia el norte, por Cerro de Pasco, Huanuco, Huaraz y Yungay perseguido por las fuerzas chilenas bajo el mando del coronel Marco Aurelio Arriagada.Para ambas fuerzas el trayecto significó graves pérdidas y Arriagada renunció a continuar la persecución y volvió a Lima. La división de Arriagada había salido de Lima con 3,334 soldados, de los cuales 130 murieron por cansancio, 28 desaparecidos y 574 enfermos, en total 732 bajas (21%), sin combatir. A Cáceres se le unieron las fuerzas del coronel Isaac Recavarren en Yungay, y creyendo que Arriagada aún lo perseguía, continuaron la marcha hacia el norte para evitar el encumbramiento de Miguel Iglesias. Previendo ese desarrollo, Lynch había ordenado al coronel Alejandro Gorostiaga cerrar el paso de Cáceres hacia Cajamarca en Huamachuco con 1,736 hombres.El 10 de julio de 1883, se desarrolló la decisiva batalla de Huamachuco entre Cáceres y Gorostiaga, finalizando con una victoria chilena. Con este triunfo, la única fuerza peruana de consideración era el ejército de Montero en Arequipa de 5,500115 hombres, por lo que el mando chileno envió hacia esa ciudad una fuerza de 6,400116 hombres al mando del coronel José Velásquez Bórquez, y en forma simultánea se envió a la sierra una expedición de 1,700 hombres al mando del coronel Martiniano Urriola para ocupar Jauja, Huancayo y Ayacucho e impedir a Montero enfilar a Junín. El 29 de octubre Arequipa, donde Montero concentraba las últimas esperanzas de resistencia, se rindió al coronel Velásquez tras la huida de este jefe peruano a Bolivia. El mando chileno al haber logrado con esta expedición la ocupación militar de la línea Mollento-Arequipa ordena, para finalizar la campaña, extender la ocupación a Puno destacando desde Arequipa una división al mando del coronel Diego Dublé Almeyda que el 2 de noviembre ocupa aquella ciudad y luego despliega en el lago Titicaca una torpedera que facilita el control de la zona. Con estas operaciones militares se afianzó el gobierno de Iglesias para obtener la paz definitiva con Perú y se ejerció presión militar en el gobierno boliviano para encaminarlo en la misma dirección.

Grito de Montán


Entre tanto, Miguel Iglesias, ex-ministro de defensa de Piérola, antes de la caída de Lima, llegó al convencimiento de que la guerra debía ser terminada o que destruiría al Perú. Desde su punto de vista, era inconcebible que continuara la sangría cuando resultaba evidente que la derrota peruana era irreversible. Muchos observadores neutrales eran también de la misma opinión. En Europa y el resto de América se veía con escándalo que la guerra continuara indefinidamente.El 31 de agosto, Iglesias lanzó el Grito de Montán y proclamó su autoridad sobre siete departamentos peruanos: Piura, Cajamarca, Amazonas, Loreto, Lambayeque, La Libertad y Áncash. Lynch, aunque escéptico al comienzo, tras la experiencia con García Calderón, lo apoyó.
Expedición de 1882

La resistencia militar liderada por Cáceres en las regiones sur y centro andinas se acentúa luego de la primera expedición chilena a la zona. El segundo año de ocupación, 1882, el gobierno chileno ordenó enviar una segunda expedición a la sierra con una fuerza de 5,000 hombres para acabar con las fuerzas de Cáceres. Lynch en un comienzo encabezó estas numerosas fuerzas, pero luego de varios vaivenes el mando recayó en el coronel Estanislao del Canto Arteaga, que continuó las operaciones militares con 2,300 hombres en persecución de Cáceres, al que el 5 de febrero logró alcanzar y obligarle a pelear en Pucará pero el enfrentamiento no tuvo resultados concluyentes y Cáceres prosiguió su retirada al interior para poder organizar sus desechas fuerzas y luego lanzar una contraofensiva. El coronel Del Canto por su parte ocupa el valle del Mantaro distribuyendo sus tropas por toda la zona.Las tropas chilenas, con la expresa orden de ganarse la buena voluntad de la población mediante un comportamiento correcto, ocuparon sucesivamente Tarma, Jauja, Huancayo hasta Izcuchaca. La contraofensiva del ejército de Cáceres y los ataques de las fuerzas irregulares impidieron cualquier tipo de confraternización entre los chilenos y los pobladores del valle. El 9 y 10 de julio una guarnición chilena en Concepción fue aniquilada por las montoneras peruanas. Debido al hostigamiento de los montoneros, la falta de aprovisionamiento y las enfermedades, la fuerza expedicionaria se tuvo que retirar de la zona con una pérdida de 534 soldados: 154 en combate, 277 por enfermedad y 103 por deserción.       

Expedición de Letelier


El primer intento chileno de acabar con la resistencia en la sierra fue encomendado a 700 hombres bajo el mando del teniente coronel Ambrosio Letelier a comienzos de 1881, es decir, apenas ocupada Lima. Sus fuerzas marcharon desde Lima y ocuparon en forma sucesiva desde Cerro de Pasco (norte) hasta Huancayo (sur) y desde Chicla (oeste), la última estación del ferrocarril de Lima, hasta Tarma (este). Aún no se había formado una resistencia organizada, por eso una pequeña fuerza pudo ocupar una región tan vasta. Sus resultados fueron devastadores por los excesos que cometió el mando chileno, provocando aún más la rebelión de los campesinos y el reclamo de los ciudadanos de países neutrales. A su llegada a Lima, Letelier fue sometido a una corte marcial por apropiación indebida de dineros y enviado de regreso a Chile.


Campaña de la Breña

La resistencia peruana basada en una guerra de guerrillas fue organizada principalmente por Andrés Avelino Cáceres y comprendía la región de Cajamarca (norte), Arequipa (sur) y la sierra central (desde Cerro de Pasco a Ayacucho).108 Aunque también existieron diferentes fracciones peruanas que lucharon contra los chilenos, a favor de ellos y a veces entre las mismas fracciones. La breña de los Andes Centrales presenta una topografía adecuada para las guerrillas, y además existían elementos humanos, aunque sin entrenamiento y con escaso armamento para una lucha prolongada. Para el ejército ocupante, la región era insalubre (piques y disentería),desconocida, de difícil acceso y el suministro debía hacerse por el largo y peligroso camino a Lima, comprarlo a elevados precios a los lugareños o requisarlo, lo que provocaba aún más la resistencia peruana.
                                                                              

También el factor información jugaba en contra de las tropas chilenas: mientras Cáceres era informado por la población de cualquier movimiento, número o siquiera intención de los chilenos, estos a menudo no sabían que dirección seguir en la persecución de las guerrillas. El ferrocarril desde Lima llegaba solamente hasta Chicla. La guerrilla obligaba a los invasores a dispersar sus fuerzas, volviéndolas vulnerables a ataques en masa de estas fuerzas irregulares. Las ciudades y poblados de la región eran ocupados y desocupados por los rebeldes según hubiese o no fuerzas militares chilenas en ellas evitando así un combate frontal entre ejércitos regulares. De hecho la primera batalla de Pucará y la batalla final en Huamachuco fueron los únicos enfrentamientos dirigidos por Cáceres, desde la creación de su ejército. Combates, escaramuzas, persecuciones y emboscadas fueron la norma de enfrentamiento.


El 15 de junio de 1881 Domingo Santa María fue elegido presidente de Chile, cargo que asumió el 18 de septiembre, y el nuevo congreso fue elegido en 1882, como estaba previsto por la ley.La situación interna boliviana no cambió con la caída de Lima.Argentina se había declarado neutral, pero amenazaba entrar en la guerra para obtener ventajas en sus negociaciones limítrofes con Chile y era conocido que permitía en su territorio el transporte de armas para los aliados, ejercía influencia en Europa y los EE.UU. para detener el avance chileno en la guerra y defendía una indemnización monetaria para Chile en vez de la cesión de territorios. Además existía en su población una fuerte corriente de apoyo a la causa aliada con la que alentaba esperanzas entre los aliados de que podría entrar en la guerra contra Chile. El 23 de julio de 1881, Chile y Argentina firmaron un tratado de límites en que, entre otros, se transaba la Patagonia oriental por el Estrecho de Magallanes.Nicolás de Piérola, quien abandonó Lima antes de la ocupación chilena para pretender seguir gobernando el Perú desde el interior del país, fue sustituido por un gobierno civil a cargo de Francisco García Calderón, que en un comienzo fue tolerado implicitamente por Chile. El Ministro Plenipotenciario de los EE.UU. en Lima, Stephen Hurlbut, alentó a García Calderón en su rechazo a la entrega del Departamento de Tarapacá, convenció a Cáceres y Montero para que abandonasen a Piérola y apoyasen a García Calderón, publicó una carta a los peruanos notables en que sostenía que EE.UU. no aceptaría una desmembración del Perú, negoció la cesión del puerto de Chimbote a la US Navy y la concesión del respectivo ferrocarril así como su participación personal en negocios del carbón de la zona. El secretario de estado estadounidense James G. Blaine promovía el plan de paz de la Crédit Industriel: indemnización a Chile, permanencia de Tarapaca como un protectorado de los EE.UU. y la explotación del guano y del salitre por compañías europeas, que entregarían una parte de las ganancias a Perú y Chile después de pagar a los acreedores.106 Tras la muerte del presidente James A. Garfield el 19 de septiembre de 1881, los EE.UU. cambiaron su política exterior y reconocieron, en el Protocolo de Viña del Mar, el derecho de Chile a una cesión territorial y declararon su neutralidad. Finalmente, la paz se encontraría posteriormente sin la mediación de los EE.UU., y los intentos estadounidenses por acabar con la guerra sólo la prolongaron en vez de acortarla.El 28 de septiembre Lynch prohibió el ejercicio de autoridades no establecidas por la ocupación. García Calderón fue detenido el 6 de noviembre y deportado a Chile, pero antes, el 29 de septiembre, nombró a Lizardo Montero, jefe del ejército del norte en Cajamarca, como sucesor. Montero instaló su gobierno en aquella ciudad aunque luego se trasladaría a Huaraz, dejando a Miguel Iglesias como jefe político y militar del norte, y a comienzos de 1882 estableció su sede de gobierno en Arequipa.

Batalla de San Juan y Chorrillos



A las 16:00 horas del 12 de enero de 1881 las tres divisiones chilenas comenzaron a salir por diferentes caminos del campamento de Lurín hacia las defensas de Chorrillos para enfrentar desde las 5:00 horas del día siguiente a los cuerpos del ejército peruano comandados por Iglesias (Morro Solar-Santa Teresa), Cáceres (Santa Teresa-San Juan) y Dávila (San Juan-Monterrico chico). Ante el empuje chileno, las fuerzas peruanas debieron abandonar San Juan y Santa Teresa a las 9:00 horas100 para reorganizarse, algunos en Chorrillos, otros en Morro Solar, donde Lynch había sido rechazado tempranamente en el intento de desalojar a Iglesias. Con los refuerzos llegados del centro, los chilenos lograron vencer las defensas peruanas del Morro Solar cerca de las 12:00 del día.100 La batalla continuó en el balneario de Chorrillos donde se atrincheraron en casas y azoteas los peruanos desalojados del Morro Solar, Villa, Santa Teresa y San Juan, apoyados entre otros por un tren blindado enviado desde Lima. A las 14:00 horas los chilenos habían vencido la primera línea de defensa de Piérola

Conferencia de paz de Arica


El 22 de octubre de 1880 delegados de los tres países en guerra se reunieron a bordo del barco de guerra norteamericano USS Lackawanna (de 1862), anclado frente a Arica, para una conferencia de paz gestionada por los representantes de los EE.UU. en los países beligerantes. Chile exigió la cesión de las provincias de Antofagasta y Tarapacá, una indemnización de $20 millones de pesos oro, la desmilitarización de Arica, la abrogación del tratado secreto y la devolución del Rimac así como de las propiedades embargadas a los ciudadanos chilenos. Los aliados se negaron a hacer cesiones territoriales y la conferencia fracasó.Los historiadores han concluido que los gestionadores estadounidenses habían transmitido las exigencias de los beligerantes de una forma diluída, poco realista, para lograr la reunión, pero esto causó decepción en los participantes. El ministro plenipotenciario de EE.UU. en Bolivia Charles Adams había asegurado a los aliados que en caso de no llegar los beligerantes a un acuerdo, los EE.UU. impondrían a Chile un arbitraje favorable a los aliados. Por esa razón para los gobiernos de Campero y Piérola era mejor no entregar los territorios ocupados y dejar a los EE.UU. imponer la paz sin cesión de territorios.Tras el rechazo de los países de la alianza a aceptar la entrega de Antofagasta y Tarapacá, continuó en Chile el debate sobre el camino a seguir para obtener de los aliados un tratado de paz duradera que reconociera la entrega de Antofagasta y Tarapacá: esperar en Tacna un cambio de opinión en Lima o La Paz u ocupar Lima. Finalmente se decidió que la ocupación de Lima era la única alternativa viable.

Campaña deTacna y Arica


Inmediatamente después de la batalla de Dolores, Sotomayor, el ministro de guerra en campaña, propuso al gobierno chileno continuar con un desembarco cerca de Lima para acortar la guerra. Pero dentro del gobierno se insistió en la realización de la llamada "política boliviana" que aseguraría la paz futura. Finalmente el gobierno decidió ocupar la región que es la salida natural de Bolivia al oceáno.Tras un desembarco de reconocimiento el 31 de diciembre de 1879 cerca de Tacna, 11,000 soldados chilenos fueron desembarcados desde el 26 de febrero de 1880 y durante varios días en Punta Coles, cerca de Ilo, sin ser atacados por los aliados. En la batalla de Los Ángeles, el 22 de marzo, las tropas chilenas derrotaron a la guarnición peruana y cortaron con ello las comunicaciones de Tacna y Arica con Arequipa, es decir el resto del Perú. El 26 de mayo el ejército desembarcado derrotó a las tropas aliadas dirigidas por Campero en la batalla de Tacna (o Del Campo de la Alianza). El 7 de junio las últimas tropas aliadas fueron derrotadas en la batalla de Arica. Tras esta campaña los ejércitos profesionales del Perú y Bolivia dejaron de existir. Perú debió formar un nuevo ejército87 88 y Bolivia no continuó su participación militar en la guerra aunque si apoyó al Perú con armas y dinero. Ningún gobierno boliviano aceptó, durante la guerra, las ofertas chilenas de ocupar Tacna y Arica.



Campaña de Tarapacá

Después de las victorias obtenidas en la ocupación de Antofagasta y en la campaña marítima, el objetivo político de guerra chileno fue más ambicioso, y ya no sólo se buscó asegurar la soberanía chilena entre los paralelos 23 y 25 Sur, sino que la obtención de compensaciones territoriales favorables.Particularmente, se decidió conquistar el departamento peruano de Tarapacá.Este nuevo objetivo impuso al Ejército la necesidad de buscar la destrucción de las fuerzas peruano-bolivianas presentes en Tarapacá, como objetivo estratégico de la campaña que se iniciaría y a la Armada le impuso ejercer el dominio del mar para facilitar los transportes marítimos propios e impedir los del enemigo, de tal manera de aislar a las fuerzas adversarias en el teatro de operaciones.Para los aliados, el objetivo estratégico pasó a ser solamente el de contener a las fuerzas chilenas, a fin de impedirles alcanzar, a través de una victoria militar en Tarapacá, el objetivo político que el Gobierno se había fijado.Es decir, de ser ofensores y de entrar en la guerra con la iniciativa político-estratégica, pasaron a ser defensores y a someterse a la 


ESCUADRA PERUANA  ESCUADRA CHILENA                                                
2 blindados                                                                     2 blindados
                             

El monitor Huascar, construido                              Cocharne y Blanco Encalada 
 en 1864 de 1100                                                construidos en 1874 de 3650
 toneladas con dos cañones                                  cañones de 250 libras y otros
de 40 libras.                                                        menores.
La fragata Independencia, construida en                2 corbetas, Chacabuco y
 1865, de 2004 toneladas con un cañon de            O’Higgins.
 250 libras y otros menores.                                  4 buques, Esmeralda,    
Una corbeta: La Unión.                                         Covadonga, Magallanes y
Dos monitores, Atahualpa y Manco Capac              Abtao. 
(muy antiguos e inoperativos).                             2 transportes Rimac y Matias
3 transportes, Chalaco, Oroya y Limeña.                Cousiño.
una cañonera ,pilcomayo

CAMPAÑAS TERRESTRES
Arica e Iquique eran cada uno compartimientos estancos sin acceso expedito por tierra al resto del Perú y desde octubre, sin protección naval.75 J. Basadre cita la posibilidad de un desembarco chileno cerca de Lima ya en 1879 y señala al historiador chileno Wilhelm Ekdahl que hubiera aconsejado abandonar el sur del Perú y fortalecerse en Lima hasta restablecer el equilibrio naval o encontrar nuevos aliados. Pero, contradice Basadre, hubiese sido tremendo y humillante rendir esas regiones, además de una pérdida económica enorme y por lo demás inútil, pues Chile se interesaba por los ingresos salitreros provenientes de Tarapacá, y su ocupación sin resistencia hubiese significado probablemente el fin de la guerra.El 30 de abril llegaron a Tacna desde La Paz tras 13 días de marcha 4,500 soldados bolivianos bajo las órdenes de Hilarión Daza para unirse a las fuerzas peruanas y bolivianas que ya tenía bajo su mando el general Juan Buendía y tomar el mando del ejército aliado. Las fuerzas aliadas se distribuyeron en torno a los lugares donde se podía esperar un desembarco chileno: Iquique-Pisagua (Buendía) y en Arica-Tacna (Daza). También había refuerzos, en Arequipa al mando de Lizardo Montero y en el sur de Bolivia al mando de Narciso Campero, que debían confluir a la costa una vez conocido el lugar del desembarco. Sin embargo, las fuerzas militares de Montero no fueron movilizados a tiempo y Campero realizó algunos movimientos poco concluyentes por falta de logística.La guerra terrestre puede ser dividida en tres campañas que sucesivamente llevaron a la ocupación chilena de las regiones de Tarapacá, Arica-Tacna, y Lima y una cuarta, la campaña de la Breña, que desarticuló la última resistencia en la sierra.

CAMPAÑA NAVAL

A comienzos de la guerra era evidente que antes de cualquier operación militar en un terreno tan difícil como el desierto de Atacama, debía ganarse el control de los mares. En esta campaña sólo se enfrentaron las fuerzas navales de Chile y Perú, ya que Bolivia no contaba con una, y si bien el gobierno de este país intentó recurrir al corso para suplirlo, esto no prosperó.El poder de la escuadra chilena se basaba en las fragatas blindadas gemelas, Cochrane y Blanco Encalada. El resto de la escuadra estaba formada por las siguientes naves de madera: las corbetas Chacabuco, O’Higgins y Esmeralda, la cañonera Magallanes y la goleta Covadonga.Los buques capitales de la escuadra peruana eran la fragata blindada Independencia y el monitor blindado Huáscar. Completaban la escuadra peruana los monitores fluviales Atahualpa y Manco Cápac, la corbeta de madera Unión y la cañonera de madera Pilcomayo.El puerto peruano de Iquique fue bloqueado por parte de la armada chilena. En el combate naval de Iquique, el 21 de mayo de 1879, el monitor Huáscar, logró hundir a la corbeta chilena Esmeralda. El mismo día, en el combate naval de Punta Gruesa la fragata Independencia se enfrentó con la goleta Covadonga, la que astutamente dirigida logró que su adversario encallara en Punta Gruesa, en su afán de espolonear a la Covadonga y dónde terminó sufriendo el bombardeo de ésta. El resultado de ese día en Iquique y Punta Gruesa caló hondo en la opinión pública de ambos países. Le dieron una victoria pírrica al Perú: el bloqueo del puerto de Iquique fue levantado y las naves chilenas fueron hundidas o abandonaron el área pero la escuadra peruana perdió a la fragata blindada de 3500 toneladas, la mayor nave de la escuadra de la marina de guerra del Perú, lo que representó un golpe irreparable para ésta. Pese a su inferioridad técnica, el Huáscar mantuvo en jaque a toda la escuadra chilena durante 6 meses en las que capturó transportes chilenos, cortó algunas vías de comunicación y evitó con su velocidad a los blindados chilenos, incluso en ciertas ocasiones intento torpedearlos pero sin éxito. El punto culminante de las correrías del Huáscar fue la captura del vapor Rímac con el regimiento de caballería Carabineros de Yungay a bordo, el 23 de julio de 1879. Este hecho causó una crisis en el gobierno chileno que provocó la renovación del mando de la armada chilena. La Unión que también participó en estas correrías para hostilizar a las fuerzas chilenas, logró incluso fondear en Punta Arenas el 16 de agosto de 1879, para intentar capturar transportes con armas que debían pasar por ese puerto. Aunque no logró su objetivo, fue una demostración de decisión y capacidad de los marinos peruanos.Finalmente, el 8 de octubre de 1879 se encontraron los buques peruanos Huáscar y Unión con los buques chilenos Cochrane, Blanco Encalada, Loa y Covadonga en el decisivo combate naval de Angamos donde el monitor Huáscar fue capturado por la armada chilena , a pesar del intento de hundirlo por parte de su tripulación. La corbeta Unión logró escapar. La captura del Huáscar marcó el fin de las esperanzas peruanas en la campaña naval de la Guerra del Pacífico. Pero aún sin sus buques mayores, la marina peruana logró en 1880 hundir con el uso de artefactos explosivos y torpedos la goleta chilena Covadonga, el transporte artillado Loa y la torpedera Janequeo durante el bloqueo que la escuadra chilena había establecido en el Callao, el 10 de abril de ese año. Después de sucesivos combates en ese puerto y con las derrotas del ejército peruano en Chorrillos y Miraflores, ocurridas el 13 y 15 de enero de 1881 respectivamente, la autoridad naval peruana del puerto del Callao ordenó destruir las baterías de costa y los buques que aún le quedaban a la marina peruana, entre ellos la Unión, lo que se efectuó en la madrugada del 17 de enero para evitar que fueran capturados por las fuerzas chilenas. Este hecho puso término a la campaña naval de esta guerra.

                                                                                                                      

      

Fuerzas en guerra
Ninguno de los beligerantes estaba preparado para la guerra, ni financiera ni militarmente.Ningún país tenía un Estado Mayor, ni suficientes ambulancias, ni servicio de abastecimiento.Sus naves de guerra se encontraban en pésimo estado. En el caso de Chile, por ejemplo, la dotación militar efectiva había sido reducida continuamente de 3.776 a 2.400 soldados desde 1867 a 1879. y ninguna de las unidades estaba estacionada al norte de Valparaíso, a más de 1700 km de Iquiquey significaban solo el 0,1% de la población. En la armada de Chile al final de la guerra, el 53% de los primeros ingenieros, el 20% de los segundos ingenieros y el 8% de los aprendices eran extranjeros. El gobierno del Perú había cesado el pago de la deuda externa y en Bolivia había epidemias y hambre.Según W. Sater, Chile y Perú llegaron a enlistar temporalmente al 2% de su población masculina y Bolivia solo el 1%.60 Se debe considerar que ambos ejércitos aliados profesionales del comienzo de la guerra fueron desbandados tras la batalla de Tacna y debieron ser reagrupados o formados nuevamente.Los aliados tenían, a primera vista, algunas ventajas sobre el país del sur. Su población y sus tropas doblaban a las chilenas en número y el puerto peruano del Callao era con sus defensas de artillería casi inexpugnable para la flota chilena y ofrecía un refugio seguro a las naves peruanas. En el Callao una firma inglesa ofrecía los servicios de un dique flotante para naves de hasta 3000 t lo que permitía complicadas reparaciones de sus barcos, de lo que hizo uso reparando sus naves antes de la guerra Quizás fueron estas las razones por las que la prensa internacional en un comienzo dio por segura la derrota de Chile. La ambivalente actitud argentina y el permanente conflicto araucano ensombrecían las expectativas chilenas. Como afirma Basadre sobre la opinión pública de su país Se desconocía entonces el verdadero poder de Chile y las espantosas consecuencias de la guerra, y se creía, por las gentes poco avisadas, que, como en conjunto, los países aliados eran más extensos que Chile, lograrían la victoria finalmente.Otros observadores hicieron un análisis más profundo, que mostraba ventajas chilenas tanto políticas como militares. Chile tenía desde 1833 un régimen político estable que le había permitido desarrollar y fortalecer sus instituciones. Entre ellas, su ejército y su armada tenían un mando formado en una escuela de oficiales,67 tropas fogueadas en la guerra de Araucoy uniformidad en el armamento (casi todos los fusiles chilenos de infantería, Comblain y Gras, usaban munición de 11 mm con vaina metálica y poseían bayoneta). La armada de Chile poseía 2 blindados que eran, por el espesor de sus corazas, casinota 5 imbatibles para la armada del Perú. Aunque existieron en Chile disputas entre militares y civiles por la dirección de la estrategia, siempre hubo un primado de la política por sobre lo militar. Su abastecimiento desde Europa podía realizarse a través del Estrecho de Magallanes que solo una vez fue amagado por la marina del Perú.En los ejércitos aliados, la  falta de dedicación a sus funciones profesionales llevó a una situación en que se tenían varios tipos de fusiles con munición diferente para cada uno y a veces sin bayoneta, haciendo más difícil la instrucción de los reclutas, la manutención del equipo y el municionamiento durante la guerra. (W. Sater lista 11 tipos diferentes de fusiles aliados y solo 5 chilenos). La armada del Perú tenía antes de la guerra una buena parte de sus tripulaciones formadas por chilenos y tras su expulsión solo pudieron ser reemplazados por otros extranjeros. Los aliados tampoco poseían una artillería ni caballería comparable a la chilena. Al contrario del chileno, el abastecimiento aliado pasaba a través de terceros países, sujetos a la influencia de la diplomacia y la armada de Chile.A ello se debe agregar que una vez en posesión de los recursos del guano y del salitre de Tarapacá, Chile percibió ingresos que le permitieron financiar la guerra, los que le faltaron al Perú y que tras la ocupación de Tacna y Arica, el comercio boliviano hacia y desde el Pacífico fue controlado por Chile.











Fuerzas en guerra
Ninguno de los beligerantes estaba preparado para la guerra, ni financiera ni militarmente.Ningún país tenía un Estado Mayor, ni suficientes ambulancias, ni servicio de abastecimiento.Sus naves de guerra se encontraban en pésimo estado. En el caso de Chile, por ejemplo, la dotación militar efectiva había sido reducida continuamente de 3.776 a 2.400 soldados desde 1867 a 1879. y ninguna de las unidades estaba estacionada al norte de Valparaíso, a más de 1700 km de Iquiquey significaban solo el 0,1% de la población. En la armada de Chile al final de la guerra, el 53% de los primeros ingenieros, el 20% de los segundos ingenieros y el 8% de los aprendices eran extranjeros. El gobierno del Perú había cesado el pago de la deuda externa y en Bolivia había epidemias y hambre.Según W. Sater, Chile y Perú llegaron a enlistar temporalmente al 2% de su población masculina y Bolivia solo el 1%.60 Se debe considerar que ambos ejércitos aliados profesionales del comienzo de la guerra fueron desbandados tras la batalla de Tacna y debieron ser reagrupados o formados nuevamente.Los aliados tenían, a primera vista, algunas ventajas sobre el país del sur. Su población y sus tropas doblaban a las chilenas en número y el puerto peruano del
Callao era con sus defensas de artillería casi inexpugnable para la flota chilena y ofrecía un refugio seguro a las naves peruanas. En el Callao una firma inglesa ofrecía los servicios de un dique flotante para naves de hasta 3000 t lo que permitía complicadas reparaciones de sus barcos, de lo que hizo uso reparando sus naves antes de la guerra Quizás fueron estas las razones por las que la prensa internacional en un comienzo dio por segura la derrota de Chile. La ambivalente actitud argentina y el permanente conflicto araucano ensombrecían las expectativas chilenas. Como afirma Basadre sobre la opinión pública de su país Se desconocía entonces el verdadero poder de Chile y las espantosas consecuencias de la guerra, y se creía, por las gentes poco avisadas, que, como en conjunto, los países aliados eran más extensos que Chile, lograrían la victoria finalmente.Otros observadores hicieron un análisis más profundo, que mostraba ventajas chilenas tanto políticas como militares. Chile tenía desde 1833 un régimen político estable que le había permitido desarrollar y fortalecer sus instituciones. Entre ellas, su ejército y su armada tenían un mando formado en una escuela de oficiales,67 tropas fogueadas en la guerra de Araucoy uniformidad en el armamento (casi todos los fusiles chilenos de infantería, Comblain y Gras, usaban munición de 11 mm con vaina metálica y poseían bayoneta). La armada de Chile poseía 2 blindados que eran, por el espesor de sus corazas, casinota 5 imbatibles para la armada del Perú. Aunque existieron en Chile disputas entre militares y civiles por la dirección de la estrategia, siempre hubo un primado de la política por sobre lo militar. Su abastecimiento desde Europa podía realizarse a través del Estrecho de Magallanes que solo una vez fue amagado por la marina del Perú.En los ejércitos aliados, la  falta de dedicación a sus funciones profesionales llevó a una situación en que se tenían varios tipos de fusiles con munición diferente para cada uno y a veces sin bayoneta, haciendo más difícil la instrucción de los reclutas, la manutención del equipo y el municionamiento durante la guerra. (W. Sater lista 11 tipos diferentes de fusiles aliados y solo 5 chilenos). La armada del Perú tenía antes de la guerra una buena parte de sus tripulaciones formadas por chilenos y tras su expulsión solo pudieron ser reemplazados por otros extranjeros. Los aliados tampoco poseían una artillería ni caballería comparable a la chilena. Al contrario del chileno, el abastecimiento aliado pasaba a través de terceros países, sujetos a la influencia de la diplomacia y la armada de Chile.A ello se debe agregar que una vez en posesión de los recursos del guano y del salitre de Tarapacá, Chile percibió ingresos que le permitieron financiar la guerra, los que le faltaron al Perú y que tras la ocupación de Tacna y Arica, el comercio boliviano hacia y desde el Pacífico fue controlado por Chile.